Medios, Politica y Democracia.

Desde comienzos de 1980 se asiste a un proceso de transformación en la política y lleva a que se hable de una “pospolitica”. Se sustituyen las tradicionales formas de la política y ponen el centro de atención en el paradigma de la “administración eficiente”: lo que importa en la pospolítica es que los políticos transmitan a los ciudadanos la impresión de que pueden solucionar los problemas que se susciten, y lograr la confianza de éstos. De esta manera, los personajes políticos se transforman, o mejor dicho, toman el rol, de héroes de la sociedad logrando una personalización de la política que lleva a que se hable de una “egocracia”.
¿Qué se entiende por “egocracia”? Es un régimen de lucha política basada en la autovaloración de cualidades personales y una consecuente desvalorización del adversario. Esto se observa en toda campaña política en la que los participantes se empeñan en demostrar su cualidades personales y de esta manera buscan convencer a los ciudadanos de la conveniencia de su voto, poniendo en un plano inferior o desmereciendo a su adversario. Es una permanente lucha para demostrar quien es el “mejor”.
La política necesitó mediatizarse desde el momento en que no encontró otros medios de comunicación ( busca vedettizarse). La política se ha espectacularizado debido a que los espectadores ya no se sentían atraídos por el paradigma de la política tradicional.
Otro elemento de esta pospolítica que la caracteriza es la “democracia de sondeos”, que consiste en la selección de candidatos políticos y líderes teniendo como base los resultados de sondeos. Estos sondeos se realizan a partir de preguntas sobre características personales de los candidatos. Consecuencia de esta política de sondeos es la perdida de participación activa de los ciudadanos.
Se advierte que en esta época de pospolítica, tanto la “egocracia” como la “democracia de sondeos”, demuestran que lo que denota el virtuosismo, confianza e importancia de los líderes políticos son sus características personales y no sus aptitudes como “líderes politicos” de una sociedad.
Con esto me refiero a que hay un marcado tinte subjetivo en el momento de elección de un candidato dejando de lado lo objetivo de esa elección.
Hoy es inevitable asumir que existe una relación muy marcada entre medios, política y democracia, éstos se retroalimentan y se complementan entre si. La Democracia necesita de la Política y ésta de los medios.